El revolucionario invento del MIT para crear ropa que cambia de forma según la temperatura
- 30 de septiembre de 2024
- Publicado por: Juan Manuel
- Categoría: novedades
Ingenieros del MIT crean una fibra programable y activa, llamada FibeRobo, que se contrae y expande en respuesta a los cambios de temperatura.
La moda, un pilar fundamental en España, y la tecnología siempre han caminado de la mano. Una combinación que, desde hace tiempo, ha permitido la creación de tejidos inteligentes con capacidades sorprendentes, desde aquellos que son capaces de reducir la temperatura corporal en cuestión de segundos hasta los que incorporan cámaras y sensores. Sin embargo, ahora unos ingenieros del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han dado un paso más al crear una fibra programable y activa que cambia de forma según la temperatura.
En un mundo en constante evolución, la necesidad de vestirse adecuadamente para hacer frente a las variaciones climáticas es un desafío cotidiano. Los cambios bruscos de temperatura obligan a una constante adaptación del vestuario. Pero ahora, gracias a un invento de ingenieros del MIT, en lugar de necesitar un abrigo para cada estación del año, se podría tener en el armario una única chaqueta que cambie dinámicamente de forma para volverse más aislante y mantener el calor cuando baja la temperatura.
Una nueva fibra programable y activa desarrollada por estos ingenieros podría hacer realidad esta visión algún día; terminando así con la necesidad de tener que contar con un tipo de prenda para cada estación del año. Conocida como FibeRobo, esta fibra destaca por su capacidad para contraerse cuando aumenta la temperatura y de expandirse cuando disminuyen. Todo ello sin la necesidad de contar con sensores integrados ni otro tipo de componentes rígidos.
Cambia de forma
Desde hace mucho tiempo los investigadores de todo el mundo trabajan en la producción de fibras que cambien de forma y se puedan incorporar a tejidos para diversas aplicaciones. Sin embargo, muchas de ellas requieren de hardware que las hace inviables fuera del laboratorio. Hasta ahora. FibeRobo es una fibra de bajo coste totalmente compatible con la maquinaria de fabricación textil existente y puede producirse continuamente por kilómetros.
Los ingenieros del MIT querían desarrollar una fibra que actuara silenciosamente y cambiara de forma drásticamente, siendo compatible con los procedimientos habituales de fabricación textil. Para lograrlo, utilizaron un material conocido como elastómero de cristal líquido (LCE). Se trata de una serie de moléculas que pueden fluir como un líquido, pero que, cuando se asientan, se apilan en una disposición periódica.
Así es FibeRobo, la fibra del MIT que cambia según la temperatura
Los investigadores incorporaron estas estructuras cristalinas a una red de elastómeros que se estiran como una goma elástica. Cuando el LCE se calienta, las moléculas de cristal se desalinean y tiran de la red de elastómeros, haciendo que la fibra se contraiga. Y cuando se retira el calor, vuelven a su alineación original y el material recupera su forma inicial. Para controlar las propiedades de FibeRobo, como el grosor o la temperatura a la que actúa, los ingenieros mezclaron cuidadosamente productos químicos para sintetizar el LCE.
Durante su investigación, los ingenieros consiguieron perfeccionar una técnica de preparación que crea una fibra de LCE que puede actuar a temperaturas seguras para la piel, lo que la hace totalmente adecuada para tejidos ponibles. “Hay muchos botones que podemos girar. Nos costó mucho trabajo idear este proceso desde cero, pero al final nos da mucha libertad para la fibra resultante”, explica en un comunicado Jack Forman, ingeniero del MIT y autor principal del estudio.
La moda, un pilar fundamental en España, y la tecnología siempre han caminado de la mano. Una combinación que, desde hace tiempo, ha permitido la creación de tejidos inteligentes con capacidades sorprendentes, desde aquellos que son capaces de reducir la temperatura corporal en cuestión de segundos hasta los que incorporan cámaras y sensores. Sin embargo, ahora unos ingenieros del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han dado un paso más al crear una fibra programable y activa que cambia de forma según la temperatura.
En un mundo en constante evolución, la necesidad de vestirse adecuadamente para hacer frente a las variaciones climáticas es un desafío cotidiano. Los cambios bruscos de temperatura obligan a una constante adaptación del vestuario. Pero ahora, gracias a un invento de ingenieros del MIT, en lugar de necesitar un abrigo para cada estación del año, se podría tener en el armario una única chaqueta que cambie dinámicamente de forma para volverse más aislante y mantener el calor cuando baja la temperatura.
Una nueva fibra programable y activa desarrollada por estos ingenieros podría hacer realidad esta visión algún día; terminando así con la necesidad de tener que contar con un tipo de prenda para cada estación del año. Conocida como FibeRobo, esta fibra destaca por su capacidad para contraerse cuando aumenta la temperatura y de expandirse cuando disminuyen. Todo ello sin la necesidad de contar con sensores integrados ni otro tipo de componentes rígidos.
Cambia de forma
Desde hace mucho tiempo los investigadores de todo el mundo trabajan en la producción de fibras que cambien de forma y se puedan incorporar a tejidos para diversas aplicaciones. Sin embargo, muchas de ellas requieren de hardware que las hace inviables fuera del laboratorio. Hasta ahora. FibeRobo es una fibra de bajo coste totalmente compatible con la maquinaria de fabricación textil existente y puede producirse continuamente por kilómetros.
Los ingenieros del MIT querían desarrollar una fibra que actuara silenciosamente y cambiara de forma drásticamente, siendo compatible con los procedimientos habituales de fabricación textil. Para lograrlo, utilizaron un material conocido como elastómero de cristal líquido (LCE). Se trata de una serie de moléculas que pueden fluir como un líquido, pero que, cuando se asientan, se apilan en una disposición periódica.
Así es FibeRobo, la fibra del MIT que cambia según la temperatura
Los investigadores incorporaron estas estructuras cristalinas a una red de elastómeros que se estiran como una goma elástica. Cuando el LCE se calienta, las moléculas de cristal se desalinean y tiran de la red de elastómeros, haciendo que la fibra se contraiga. Y cuando se retira el calor, vuelven a su alineación original y el material recupera su forma inicial. Para controlar las propiedades de FibeRobo, como el grosor o la temperatura a la que actúa, los ingenieros mezclaron cuidadosamente productos químicos para sintetizar el LCE.
Durante su investigación, los ingenieros consiguieron perfeccionar una técnica de preparación que crea una fibra de LCE que puede actuar a temperaturas seguras para la piel, lo que la hace totalmente adecuada para tejidos ponibles. “Hay muchos botones que podemos girar. Nos costó mucho trabajo idear este proceso desde cero, pero al final nos da mucha libertad para la fibra resultante”, explica en un comunicado Jack Forman, ingeniero del MIT y autor principal del estudio.