Ingredientes biológicos para tintes naturales
Por Elisha Jones
Octarine Bio (una empresa biotecnológica emergente) se ha asociado con la plataforma de programación celular Ginkgo Bioworks para producir tintes naturales destinados al sector textil y de la confección. Las empresas pretenden crear una cepa que produzca violaceína (un pigmento microbiano púrpura) y sus derivados. Se cree que la cepa desarrollará pigmentos morados, azules y verdes. La violaceína es un pigmento bisindólico natural con potentes propiedades bioactivas, como antimicrobianas, antioxidantes y protectoras frente a los rayos UV.
Las empresas se centran en los compuestos del triptófano , que es una serie de reacciones enzimáticas que convierten el aminoácido triptófano en moléculas esenciales como la serotonina, la melatonina y la niacina.
El Dr. Nethaji Gallage, cofundador y consejero delegado de Octarine, declaró: “Estamos encantados de trabajar con Ginkgo para mejorar el proceso de producción de base biológica de nuestro programa de triptófano, centrándonos en una clase de colores y tintes naturales muy solicitados en espectros de color difíciles de obtener.”
Ena Cratsenburg, directora comercial de Ginkgo Bioworks, ha declarado: “Los colorantes y tintes naturales constituyen un mercado importante y en expansión, especialmente dada la mayor concienciación de las empresas y la preocupación de los consumidores por los efectos nocivos de los procesos de fabricación convencionales.”
Aunque inicialmente se centró en la violaceína, la colaboración puede ampliarse a otros compuestos derivados del triptófano, cada uno con sus propias aplicaciones.
La inmensa mayoría de los productos textiles se siguen fabricando con colores y tintes sintéticos derivados de combustibles fósiles, una práctica que se ha relacionado con efectos negativos para la salud humana y el medio ambiente.
“Se trata de una sólida oportunidad para contribuir a la sostenibilidad de la industria de la moda, y estamos encantados de trabajar con Octarine en nuestro objetivo de producir una nueva clase de colores y tintes más seguros y de alto rendimiento que atraigan a consumidores y empresas de todo el mundo”, afirmó Cratsenburg.
Según el Programa Nacional de Medio Ambiente de Estados Unidos y la Fundación Ellen MacArthur, el teñido y tratamiento de tejidos produce alrededor del 20% de las aguas residuales de todo el mundo.
Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, el consumo textil en Europa es el cuarto con mayor impacto en el medio ambiente y el cambio climático.
También tiene el tercer mayor impacto en el uso del agua y la tierra y el quinto mayor impacto en el uso de materias primas y las emisiones de gases de efecto invernadero.
La biología sintética ofrece una alternativa viable a esta práctica al permitir el desarrollo de colores y tintes más seguros e innovadores, elaborados mediante fermentación microbiana.
“Vemos un enorme potencial en la aplicación de estos pigmentos naturales como colorantes de base biológica, una de las categorías de más rápido crecimiento en el mercado textil mundial, y esperamos aprovechar la plataforma Ginkgo para acelerar su desarrollo”, afirmó Gallage.
La excepcional competencia de Octarine Bio en la derivatización enzimática, que permite mejorar los niveles de producción y las propiedades superiores de estos colorantes, es una parte clave de la tecnología de Octarine.
Combinada con la experiencia de Ginkgo Bioworks en ingeniería de cepas, surge una importante oportunidad para que Octarine introduzca en el mercado nuevos colorantes y tintes bioactivos que respondan a los deseos de los consumidores de alternativas más seguras, saludables y sostenibles.
Los tintes de origen biológico son cada vez más populares, ya que la industria está sometida a presiones para utilizar menos productos químicos y aumentar los esfuerzos sostenibles. Por ejemplo, la Universidad de Helsinki recibió una subvención de un consorcio de la UE para explorar un proyecto multidisciplinar, que WTiN cubrió en abril.
