Reducir las emisiones de Alcance 3 descarbonizando el nylon
Por Giovanni Henssen
El reciente evento Innovate Zero Carbon de la WTiN puso de relieve la importancia de reducir la huella de carbono de la industria textil y de la confección. Este énfasis está estrechamente alineado con los ambiciosos objetivos de reducción de emisiones de la industria para:
- impulsar la acuciante necesidad de combatir el cambio climático
- evolucionar el sentimiento público
- prepararse para la próxima legislación en el marco de la iniciativa Green Deal de la Unión Europea
Para descarbonizar eficazmente el mercado de la confección textil, es fundamental evaluar toda la cadena de valor -tanto en sentido ascendente como descendente- y centrarse en los procesos y materiales que tienen un mayor impacto en la huella de carbono global. Es fundamental reconocer que el negocio textil y de la confección va más allá del nivel del hilo, sobre todo cuando se trabaja con materiales sintéticos como el nailon o el poliéster.
Los procesos químicos previos responsables de la fabricación de polímeros suelen tener un impacto ambiental mucho mayor que la hilatura (véase la figura 1), el tejido, el ensamblaje de prendas o el transporte. En consecuencia, es evidente dónde pueden realizarse las reducciones más significativas.
Figura 1: Huella acumulada del hilo de nailon
Cuando se mira hacia abajo, el nailon es bien conocido por su versatilidad y comodidad, así como por su extraordinaria durabilidad, que lo convierte en el material ideal para la reutilización. Tiene más longevidad que otros materiales textiles, lo que reduce en gran medida su huella medioambiental global, un hecho que a menudo se pasa por alto en la selección de materiales.
Si se examina la perspectiva ascendente, el nailon se asocia a una huella de carbono relativamente alta debido al complejo proceso de fabricación del polímero, que consume mucha energía. Reconocer que más del 90 % de la huella de carbono de un kg de hilo de nailon se atribuye a la producción del precursor (caprolactama) pone de relieve el enorme potencial de descarbonización de las prendas de nailon.
Fibrant ha asumido el reto de descarbonizar el nailon. Ha invertido mucho en tecnología propia, optimización de procesos, conversión a fuentes de energía 100% renovables y tecnología punta para capturar y neutralizar la gran mayoría de gases de efecto invernadero (GEI), transformándolos en gases inocuos no GEI.
Esta iniciativa dio lugar a la invención de EcoLactam®: una solución de nailon de huella ultrabaja. EcoLactam® Impact tiene una huella de carbono hasta un 70% inferior a la del nailon estándar. En la práctica, el uso de EcoLactam® Impact puede ahorrar hasta ocho toneladas equivalentes de CO2 por cada tonelada de nailon consumida, lo que contribuye significativamente a la reducción de emisiones de Alcance 3.
EcoLactam® también se suministra con una evaluación del ciclo de vida de principio a fin totalmente acreditada y revisada por terceros para garantizar la transparencia y validar las alegaciones de sostenibilidad.
Con este nivel de reducción, el impacto de EcoLactam® ofrece una huella incluso inferior a la del poliéster y el algodón tradicionales. En la figura 2 se muestran los resultados del estudio comparativo de la huella entre una camiseta de punto fabricada con EcoLactam®, poliéster, algodón y nailon tradicional.
Figura 2: Estudio comparativo de la huella
El tiempo se acaba y es necesario actuar con rapidez para alcanzar nuestros objetivos colectivos de reducción de las emisiones de carbono. Para tener un verdadero impacto medioambiental a escala mundial, es necesaria una acción colectiva mediante la reducción en volúmenes sustanciales. Con una capacidad superior a 250 kilotoneladas, EcoLactam® Impact está disponible en todo el mundo a escala industrial, preparada para tener un impacto global sustancial.
